«La vida es un banquete que nos va sirviendo los platillos correctos, es nuestra decisión si nos los quedamos o vamos por otro, pero siempre los debemos de probar».
La belleza es el lenguaje del arte y también del alma, lo anterior enmarca de manera perfecta la maravillosa e inspiradora conversación que tuve con Lina Holtzman, quien es sin duda una pionera para México y el mundo en cuestión de unificar el mundo de la comunicación, moda, estilo, arte y cultura conectándolos con el hilo de la espiritualidad, el poder de la intensión y el amor propio.
La historia de Lina es el vivo ejemplo de la práctica de llevar las cicatrices con orgullo, a lo largo de toda la conversación entenderás como a través de la creatividad, la expresión personal y la inclusión Lina pudo encontrar el verdadero valor de la maquinaria interna del ser humano, adueñarse de su individualidad y al mismo tiempo respetar y resaltar la de los demás, para finalmente encontrar una voz que fue la chispa para proyectar su luz interna al mundo.